La Importancia de las Áreas Protegidas Naturales para las Comunidades
La actividad turística se configura como un gran motor económico a nivel internacional, que genera nuevas oportunidades para la modernización del destino, tanto a nivel económico como social y cultural (Castellanos Verdugo y Orgaz Agüera, 2013). Actualidad aparecen nuevos tipos de turismo alternativos al turismo de masas, que se realizan de forma sostenible, y donde el turista tiene en cuenta aspectos como el descanso, el conocimiento de la cultura local y la conservación de los recursos naturales. Esto se debe a que, hoy en día, los seres humanos están más concienciados con las problemáticas medioambientales, y a que los viajeros buscan la autenticidad del destino en su viaje. Así, hablamos de nuevos tipos de turismo alternativos relacionadas con elementos como la cultura o la naturaleza, y que se desarrollan de forma más sostenible que el turismo de masas.
En este sentido, cabe citar que han sido muchos los autores que han estudiado la sostenibilidad en la actividad turística, siendo tal hecho constatado en la investigación desarrollada por Chávez Dagostino et al. (2013). Una de la características de estas nuevas formas alternativas de turismo es que se desarrollan en contacto con la naturaleza, y en ocasiones, se realiza en Áreas Naturales Protegidas (ANP), que suelen contar con una legislación para garantizar el uso adecuado de las actividades en ellas, incluida la actividad turística. Esta normativa es ejecutada por el Gobierno del país donde se localiza el área protegida, y según Brenner (2006), se crean con el objetivo de conservar el patrimonio natural mundial.
En las Áreas Naturales Protegidas se desarrollan diversos tipos de turismo, como el ecoturismo, el turismo ornitológico, el turismo de aventura y el turismo rural, que gestionado a través del turismo comunitario puede mejorar el desarrollo socioeconómico de las comunidades locales y fomentar la conservación de la naturaleza. Siguiendo a Lopez - Gúzman y Sanchez Cañizares (2009), podemos decir que el turismo comunitario es una actividad que se fundamenta en la creación de productos turísticos bajo el principio básico de la necesaria participación de la comunidad local. Para Casas Jurados et al., (2012), el turismo comunitario se refiere a aquel turismo que está basado en la comunidad local y que pretende reducir el impacto negativo y reforzar los impactos positivos del turismo en la naturaleza. Así, según Hiwaski (2006), este turismo tiene varios objetivos, destacando aquellos relacionados con la conservación de los recursos naturales, patrimoniales y culturales, el desarrollo socioeconómico de las comunidades locales, y la calidad recibida por la demanda turística.
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